Ingredientes:
- Hojaldre fresco o congelado, a ser posible rectangular.
- 2 manzanas de la variedad que os guste.
- 1 limón.
- 200 gr. de azúcar.
- 200 gr. de agua (1 vaso).
- Azúcar para espolvorear.
- Moldes de magdalena (si pueden ser de silicona mejor).
Rallaremos la cáscara de limón y la mezclaremos con un poco
de azúcar, esto será para espolvorear el hojaldre.
Descongelaremos el hojaldre, si no es fresco, a temperatura
ambiente, y extenderemos las láminas para queden abiertas, ya que vienen
dobladas.
Pondremos a cocer el agua, con el azúcar y el zumo del
limón. Mientras pelaremos las manzanas, las descorazonamos y las partimos a
gajos finos, como si se tratará de hacer una tarta de manzana.
Una vez que cueza el agua con el azúcar, meteremos en él las
laminas de manzana y las tendremos unos minutos para que se pongan un poco
blandas pero no demasiado, colamos y dejamos enfriar.
Una vez frías, espolvoreamos el hojaldre con el azúcar con
ralladura que teníamos reservado. Le pasaremos un rodillo por encima para
incrustar el azúcar. Cortamos en tiras de unos 2 cm de ancho. Colocamos encima
de cada tira, en uno de los extremos una fila de láminas de manzana, que
superpondremos una encima de otras, enrollamos como si fuera un brazo de gitano
y meteremos en moldes de silicona, de no tener lo haremos en moldes de papel
espolvoreados con un poco de azúcar.
Haremos lo mismo con todas las tiras de hojaldre.
Precalentamos el horno a 180º, y metemos unos 30 minutos más
o menos, hasta que el hojaldre este tostadito.
Sacamos del horno y dejamos enfriar y desmoldamos.
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