Ingredientes:
- Solomillo de cerdo.
- Pechuga de pollo.
- Jamón serrano.
- Huevo cocido.
- Perejil.
- Sal.
- Pimienta negra molida.
- Aceite de oliva.
- Ajos.
- Vino blanco seco (Jerez, Fino).
- Agua.
- 1 pastilla de caldo de carne.
Preparación:
Picamos en una picadora si puede ser la pechuga de pollo,
junto con el jamón serrano, un huevo cocido y el perejil. Una vez picado
salpimentamos.
Abrimos el solomillo como si fuera un libro, ósea en 3
capas, si no sois capaces de hacerlo siempre se lo podéis pedir al carnicero.
Una vez abierto el solomillo le pondremos encima la mitad del picadillo de
carne, encima unas tiras de jamón serrano, luego encima otro huevo cocido en
rodajas, otra capa de jamón serrano y por último el resto del picadillo de pechuga.
Cerramos el solomillo y lo atamos con hilo de cocinar.
Ponemos a calentar aceite de oliva en una pastelera amplia
donde quepa el solomillo entero, le añadimos unos cuantos ajos pelados y
rajados a la mitad. De que se doren un poco los ajos, añadimos el solomillo y
lo doramos por todos los lados, le agregamos un vaso de los de agua de vino
blanco fino y otro vaso de agua, la pastilla de caldo de carne si se quiere, y
dejamos cocer, dándole la vuelta de vez en cuando hasta que este tierno, esto
lo comprobaremos pinchándolo con un cuchillo.
Una vez tierno, lo sacamos de la salsa (que quedará
liquida), le quitamos la cuerda y lo cortaremos a lonchas.
Lo servimos en una fuente, regado con un poco de su salsa y
lo conservaremos dentro la misma hasta consumirlo.
Merece la pena hacerlo porque está muy rico.
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