Ingredientes:
- 400 gr. de harina.
- 200 gr. de manteca de cerdo.
- 200 gr. de azúcar glas.
- 250 gr. de almendras.
- 1 cucharadita de canela en polvo.
Preparación:
Lo primero será tostar el harina, bien en la bandeja de
horno a 150ª, dándole vueltas de vez en cuando para que se tueste por igual, o
bien en una sartén antiadherente en la vitroceramica, que así es como la hago
yo, dándole vueltas continuamente a fuego medio, con cuidado de que no se
queme.
Luego tostaremos la almendra en el microondas, como es mucha
cantidad pondremos las que quepan en un plato llano, con cuidado de que no se
monten unas encimas de otras y ponemos de minuto en minutos, dándoles vueltas cuando
pare el microondas, hasta que estén en el punto que queramos de tostadas.
Haremos lo mismo con todas hasta terminarlas.
Las dejamos enfriar y las molemos.
La harina la tamizamos para evitar cualquier grumo y la
dejamos enfriar totalmente.
Una vez fría el harina y el almendra, mezclamos ambas con el
resto de ingredientes y formamos una masa, la envolvemos en papel film y la
metemos en la nevera una hora aproximadamente.
Precalentamos el horno a 180º.
Mientras se calienta el horno, sacamos la masa de la nevera,
la extendemos (yo lo suelo hacer con las manos, cogiendo porciones y cortando
los polvorones) y cortamos los polvorones en cuadraditos de 1'5 cm ó 2 cm de
grosor. Los vamos colocando en un placa de horno forrada con papel de hornear y
cuando estén todos los metemos al horno unos 25 minutos, luego pondremos el
horno solo con el gratinador y los tendremos otros 5 minutos para que se doren
por arriba, teniendo cuidado de que no se quemen. Sacamos del horno y dejamos
enfriar.
Una vez fríos los envolvemos en papel transparente o de
seda.
Todos los dulces que lleven manteca, pasados unos cuantos
días de su elaboración están más ricos.
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